asistencia post-desastre durante una pandemia: Por qué ahora es más crítico que nunca
5 de marzo de 2021
Desde su fundación, All Hands and Hearts siempre ha afrontado situaciones difíciles y ha tomado decisiones difíciles para equilibrar la seguridad de las comunidades a las que servimos y el bienestar de nuestros equipos. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha ido mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado o planificado; cada día, ajustamos nuestros planes para seguir prestando nuestro apoyo mientras la crisis de COVID-19 hace estragos.
Nuestro trabajo se ha vuelto aún más esencial durante la pandemia porque la comunidad mundial se enfrenta ahora a una crisis de salud pública y, al mismo tiempo, la frecuencia e intensidad de las catástrofes está aumentando: una colisión de crisis. Las principales conclusiones de un informe para 2020 de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), con sede en Ginebra, dejan claro que, si bien la atención del mundo se centra legítimamente en la pandemia, los desastres climáticos pueden ser igual de devastadores. Según los autores del informe y medios de comunicación como Vox, "más de 100 desastres -muchos de ellos relacionados con el clima y la meteorología- han afectado a más de 50 millones de personas en todo el mundo desde marzo", cuando la Organización Mundial de la Salud declaró el COVID-19 como pandemia.
Como resultado de esta doble crisis sin precedentes, nuestro equipo puso la adaptación a la pandemia en primer plano, asegurando que cumpliríamos nuestros compromisos de proporcionar apoyo a las comunidades a las que servimos. Se desarrollaron nuevos e innovadores programas de voluntariado, como DM12 y se han puesto en marcha nuevos protocolos de salud y seguridad para mitigar los riesgos de propagación del COVID-19. Estas medidas se actualizan y mejoran continuamente para garantizar que nuestra presencia no suponga un mayor riesgo para las comunidades. Hemos tenido muy en cuenta la seguridad al seguir colaborando con el LA Food Bank y el CORE, en la zona de Los Ángeles, para proporcionar voluntarios formados y motivados que les ayuden a prestar sus servicios fundamentales.
También sabemos de primera mano que comunidades ya estresadas se están quedando aún más atrás, lo que para nosotros es inaceptable. Nuestros equipos han visto cómo las abrumadoras necesidades en Marsh Harbour, Bahamas, causadas por el huracán Dorian en septiembre de 2019, han seguido sin ser atendidas. Los informes de noticias locales de News 10 en Florida pintaron una imagen clara en el primer aniversario de la tormenta, diciendo: "La pandemia de coronavirus ha ralentizado los esfuerzos de recuperación tras la destrucción del huracán Dorian." No sólo volvimos a trabajar en las Bahamas, sino que doblamos la apuesta ampliando a dos los programas: tenemos la plena intención de cumplir con nuestro ideal de "llegar pronto y quedarse hasta tarde".
Cada día, nos esforzamos por redoblar nuestros esfuerzos para pensar de forma creativa, actuar de forma reflexiva y comportarnos con propósito. Nuestro personal y nuestros voluntarios están plenamente comprometidos con el cumplimiento de nuestra promesa de apoyar y colaborar con las comunidades de todo el mundo afectadas por catástrofes naturales en el largo, y ahora más complejo, camino de la recuperación. Para ello, nuestro personal y voluntarios ya están en marcha y comienzan nuestro cuarto programa de reconstrucción de escuelas, en Oaxaca, México, para apoyar a los niños que no han tenido un lugar seguro para aprender y crecer desde los terremotos de 2017.
Sabemos que tenemos mucho que aprender y seguiremos siendo ágiles, flexibles y receptivos ante esta pandemia en constante cambio. Les agradecemos su confianza mientras seguimos aportando micro soluciones a macro problemas.
-Erik Dyson, director general
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