Por qué son importantes las escuelas resilientes: Proteger la educación y las comunidades en un clima cambiante
4 de julio de 2025
¿LO SABÍAS?
Solo en 2024, 242 millones de niños de 85 países se verán gravemente afectados por fenómenos climáticos extremos1, obligados a huir de sus hogares, a depender de la ayuda humanitaria y a perder su educación. A medida que se acelera el cambio climático, estas tormentas son cada vez más frecuentes, más intensas y más destructivas. Para los niños y sus familias, esto significa una incertidumbre constante. Con demasiada frecuencia, la educación se interrumpe o se abandona por completo tras los desastres.
All Hands and Hearts (AHAH) construye escuelas resistentes a los desastres porque creemos que todos los niños merecen un lugar seguro para aprender. Un aula debe ser algo más que cuatro paredes, debe ser un refugio contra la tormenta, un cimiento para el futuro y una fuente de fortaleza para toda la comunidad.




Estudio de caso de infraestructura resiliente: Santo Nino High School, Filipinas - Finalizado en marzo de 2025
La urgencia de contar con escuelas seguras es especialmente evidente en Filipinas, donde cada año se producen hasta 20 tifones.2. En diciembre de 2021, el supertifón Rai dañó o destruyó 528 escuelas en el sur de Leyte, interrumpiendo gravemente la educación de miles de estudiantes. En el municipio de Hinunangan, una zona que ya se enfrenta a oportunidades limitadas debido a los repetidos tifones destructivos, AHAH creó un espacio para el crecimiento y la resiliencia mediante la construcción de un edificio escolar de cuatro aulas utilizando la tecnología de estructura de bambú y cemento.
El núcleo de este innovador diseño es la resistencia a las catástrofes. La estructura combina la resistencia del cemento con la flexibilidad y durabilidad naturales del bambú, conocido por su resistencia comparable a la del acero, para crear un edificio sostenible y duradero. Este planteamiento garantiza la seguridad durante futuros tifones y terremotos, al tiempo que aporta importantes beneficios medioambientales y socioeconómicos.
Los fuertes sistemas radiculares del bambú ayudan a estabilizar el suelo y las capas freáticas, haciendo que las comunidades sean más resistentes a la erosión y a los desastres relacionados con el clima. Su cultivo también apoya los medios de vida locales, proporcionando ingresos a los agricultores y fomentando la silvicultura sostenible.
Más allá de la construcción de una escuela segura y sostenible, este proyecto tuvo un impacto transformador: con la adición de estas nuevas aulas, la Escuela Sto. Niño obtuvo la certificación oficial para ofrecer educación secundaria superior, abriendo nuevas oportunidades para los estudiantes y allanando el camino para un futuro más brillante en una comunidad durante mucho tiempo obstaculizada por el desastre.
Más que aulas: Un modelo holístico para la resiliencia
Una escuela resiliente a los desastres es algo más que una estructura segura; es un espacio donde los niños pueden jugar, aprender y establecer vínculos significativos, apoyando su desarrollo social y emocional. En AHAH, nuestro trabajo va más allá de la construcción de aulas. Integramos instalaciones mejoradas de agua, saneamiento e higiene (WASH) que no sólo mejoran la salud, sino que también reducen el absentismo y apoyan el aprendizaje continuo.
Por ejemplo, en zonas sin instalaciones adecuadas para la higiene menstrual, las niñas pueden perder hasta un 20% del cursoescolar2. Esta interrupción en su trayectoria educativa afecta significativamente a su rendimiento académico y limita sus futuras oportunidades laborales. Nuestros proyectos WASH están diseñados para hacer frente a estos retos, centrándose específicamente en las desigualdades de género en la educación, garantizando el acceso a instalaciones sanitarias seguras, privadas y dignas para todos los estudiantes.
Estudio de caso WASH: Escuela Bandevi, Nepal - Finalizado en mayo de 2025
AHAH modernizó los baños de la escuela de Bandevi para mejorar la higiene, la accesibilidad y las necesidades de toda la comunidad escolar. Se construyó un nuevo cuarto de baño accesible, equipado con un incinerador, para facilitar el acceso a todos y garantizar que las niñas se sientan seguras y apoyadas para asistir a la escuela durante su ciclo menstrual. Para promover buenas prácticas de higiene, se añadió una estación de lavado de manos, que capacita tanto a los alumnos como al personal. Además, se instaló una nueva fosa séptica para garantizar la eliminación segura de los residuos y mantener un entorno escolar limpio y saludable.
Para garantizar el acceso al agua potable durante todo el año, se instaló un completo sistema de filtración. Este fiable sistema desempeña un papel vital en la protección de la salud de los alumnos, reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua que a menudo hacen que los niños pierdan valiosos días de clase. Al eliminar este obstáculo, ayudamos a garantizar que los alumnos puedan centrarse en aprender, no en recuperarse de enfermedades prevenibles. El acceso al agua potable no es sólo una cuestión de salud: es esencial para una educación ininterrumpida y un futuro mejor.

Estas mejoras físicas se reforzaron con iniciativas educativas específicas. Las sesiones de gestión de la higiene menstrual abordaron los riesgos de una higiene menstrual deficiente y ayudaron a reducir el estigma en torno a la menstruación, mientras que la formación en agua, saneamiento e higiene dotó a los estudiantes de conocimientos y prácticas esenciales para mantener la higiene personal y prevenir la propagación de enfermedades. Juntos, estos esfuerzos contribuyen a crear un entorno de aprendizaje más sano, integrador y capacitador para todos los estudiantes.



Capacitar a las comunidades mediante el desarrollo de capacidades
En AHAH no sólo construimos escuelas resilientes, sino que ayudamos a crear comunidades resilientes. Reforzar la capacidad local en zonas afectadas por catástrofes es esencial para mejorar la preparación, mejorar la respuesta y acelerar la recuperación ante futuros fenómenos peligrosos. Este enfoque dirigido por la comunidad crea resiliencia a largo plazo y reduce la vulnerabilidad con el paso del tiempo.
Trabajamos en estrecha colaboración con las comunidades locales y nuestros socios para conocer a fondo sus necesidades y retos específicos. Como resultado, cada uno de nuestros programas incluye sesiones de formación a medida diseñadas para dotar a las personas de los conocimientos y habilidades más relevantes para su contexto, garantizando que los esfuerzos de recuperación no solo sean eficaces, sino también sostenibles e impulsados por la comunidad.


Formación comunitaria Estudio de caso: Escuela de San Bartolo, México - Finalizado en enero de 2025
La formación en primeros auxilios , impartida en sesiones de tres horas, proporcionó a 45 padres, 5 profesores y 8 albañiles conocimientos esenciales en primeros auxilios, ampliando sus conocimientos para cuidar de su comunidad y contribuir a la reducción del riesgo de catástrofes.
Se llevaron a cabo talleres de bienestar para 28 padres y profesores, en los que se abordaron la gestión del estrés y las prácticas de higiene emocional. Los participantes afirmaron haber incorporado los nuevos conocimientos a su vida cotidiana, entre ellos: identificar y gestionar las emociones, descansar y dormir adecuadamente y la importancia de una alimentación sana. La formación sobre recogida de agua de lluvia impartida por nuestro socio local proporcionó a 22 miembros de la comunidad información exhaustiva sobre el uso adecuado de los nuevos colectores de agua de lluvia.
A través de estas formaciones y asociaciones, AHAH refuerza la idea de que la recuperación tras una catástrofe no consiste únicamente en reconstruir estructuras, sino también en capacitar a las personas. Nuestro trabajo en la escuela de San Bartolo pone de relieve cómo una formación personalizada y dirigida por la comunidad puede fomentar el intercambio de conocimientos, generar confianza y dotar a las personas de las herramientas que necesitan para llevar una vida más segura y saludable. Al invertir en el desarrollo de capacidades junto con las infraestructuras, nos aseguramos de que el impacto de nuestros programas se extienda mucho más allá de las aulas, ayudando a las comunidades a prosperar, adaptarse y afrontar el futuro con fuerza y resiliencia.
Nuestro apoyo a las comunidades más amplias a las que servimos no se detiene ahí. En 2017, AHAH puso en marcha el programa de formación de mujeres albañiles en Nepal, para dotar a las mujeres de habilidades de construcción resistentes a los terremotos, empoderándolas con conocimientos prácticos y acceso a oportunidades de empleo que mejoren su bienestar económico. El éxito del programa en Nepal llevó a su expansión a través de nuestros programas en Filipinas y México, avanzando aún más en nuestro compromiso con la equidad de género y la recuperación sostenible, dirigida localmente.
Formación de mujeres albañiles - Estudio de caso: Escuela Mahayag, Filipinas - Finalizado en octubre de 2024
Tras comprometerse con la comunidad de San Bernardo y confirmar el gran interés local, AHAH formó con éxito a cuatro mujeres a través de 3.760 horas de instrucción teórica y práctica exhaustiva en la Escuela Mahayag. Demostrando habilidad y dedicación, tres de estas albañiles recién cualificadas pasaron a formar parte de nuestro equipo de construcción como trabajadoras profesionales en la reconstrucción del instituto Santo Niño, lo que demuestra el éxito del programa a la hora de desarrollar tanto la capacidad individual como la resistencia de la mano de obra local.
"Gracias a la AHAH por este tipo de programa. El FMT es eficaz y útil para nosotros. Aprendimos mucho del programa y, al mismo tiempo, tuvimos la oportunidad de trabajar y ganar dinero para nuestra familia." - Aprendiz de albañil de San Bernardo.
Escuelas resilientes: Futuros resilientes
Desde la construcción de escuelas seguras y sostenibles hasta la puesta en marcha de programas de agua, saneamiento e higiene que cambian vidas, pasando por la formación para el desarrollo de capacidades y el empoderamiento del liderazgo femenino a través del Programa de Formación de Mujeres Albañiles, nuestro enfoque va mucho más allá de lo físico. Estamos creando sistemas de apoyo, resiliencia y oportunidades que se extienden de generación en generación.
Ya sea un aula que resiste un tifón, una niña que vuelve a la escuela con dignidad o un padre que aplica con confianza los primeros auxilios en una emergencia, estos son los resultados que definen la verdadera recuperación. Sólo son posibles gracias a la fuerza colectiva de las comunidades a las que servimos, a la dedicación de nuestros voluntarios y socios, y al apoyo inquebrantable de nuestros donantes, que siguen defendiendo esta labor.

A medida que la crisis climática sigue poniendo en peligro el futuro de millones de niños, seguimos comprometidos a hacer algo más que reconstruir, estamos reimaginando lo que las escuelas y las comunidades pueden llegar a ser cuando la resiliencia está en su núcleo.
Referencias