Cómo sentar las bases de un voluntariado eficaz asistencia post-desastre
12 de agosto de 2020
All Hands and Hearts tiene 15 años de experiencia al servicio de comunidades de todo el mundo afectadas por catástrofes. Al vivir y trabajar junto a estas comunidades, hemos identificado que la forma más eficaz de apoyar los esfuerzos de recuperación es una inversión a largo plazo en infraestructuras resistentes.
Nuestro trabajo acelera el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4 (Educación de Calidad), 6 (Agua Limpia y Saneamiento) y 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), y nuestros voluntarios desempeñan un papel fundamental a la hora de abordar los desafíos globales. Creemos que las infraestructuras críticas, como las escuelas, deben ser reconstruidas o readaptadas para mitigar los riesgos cuando se produzcan futuras catástrofes.
Tenemos un historial probado de impacto a través de asociaciones con gobiernos, ONG y socios corporativos. Y aprovechamos lo aprendido en anteriores programas de reducción del riesgo de catástrofes en Nepal, Dominica y México para volver a fortalecer las comunidades afectadas en Perú, Mozambique, Filipinas y otros países.
Nuestro Equipo
El Equipo de Desarrollo de Proyectos (PDT) es fundamental para sentar las bases de la eficacia de los voluntarios de asistencia post-desastre en nuestros programas internacionales de recuperación. El PDT está formado por personal técnico y dedicado que sirve de enlace con los miembros de la comunidad local y los gobiernos para maximizar el impacto de nuestro trabajo. Este equipo de ingenieros, arquitectos y personal de operaciones tiene una amplia experiencia en trabajos de socorro y conocimientos sobre diseños resistentes a las catástrofes y códigos de construcción, por lo que podemos construir escuelas rápidamente y utilizar la financiación de los donantes de forma eficiente. Mediante un proceso dirigido por la comunidad, el PDT lleva a cabo cuatro fases de trabajo a lo largo de 3 a 6 meses antes de que abramos los programas de voluntariado.
Fase I: Evaluaciones iniciales y concepto del programa
En la Fase I, el PDT se desplaza a las zonas afectadas por la catástrofe y lleva a cabo una amplia evaluación de los daños. Este proceso varía en función de la participación gubernamental existente. En México, por ejemplo, tras los terremotos de 2017, el gobierno llevó a cabo evaluaciones y tabuló todos los datos en todo el país. Utilizando su lista de escuelas afectadas por el desastre, el PDT evaluó los daños en las escuelas individuales y el impacto en la comunidad local. En general, algunos de los criterios que utiliza el equipo son si se necesita una nueva escuela o si la comunidad tiene un acuerdo alternativo para la reconstrucción. El equipo también examina el acceso y la seguridad para los posibles futuros voluntarios.
Fase II: Evaluaciones focalizadas, presupuestos y aprobación interna
Tras la primera fase, tenemos una lista de escuelas y regiones que necesitan una evaluación más específica y propuestas de trabajo. En algunos países en los que trabajamos, el gobierno tiene diseños preaprobados que podemos seguir o adaptar, y para otros, el PDT crea diseños personalizados resistentes a los desastres. Para preparar nuestro programa de Filipinas 2020, el PDT dedicó la fase II a examinar dos opciones de diseño diferentes: un diseño de edificio tradicional con columnas de hormigón frente a un diseño ligero con marcos de acero. Estos dos diseños tienen ventajas y puntos débiles muy diferentes e implicaciones en el calendario y el presupuesto de la construcción. Durante esta fase, el equipo planifica los fenómenos meteorológicos, como la temporada de tifones, en nuestro calendario para garantizar la salud y la seguridad de nuestros voluntarios. El diseño final, el calendario y el presupuesto se revisan y aprueban internamente para preparar la siguiente fase.
Fase III: Aprobación del Gobierno y anuncio del programa
Si el equipo ha creado un diseño a medida, éste debe ser aprobado por el gobierno. El PDT es responsable de presentar un plan maestro que incluya dibujos técnicos, estudios topográficos y el presupuesto. Dependiendo de las necesidades de la comunidad, nuestro diseño puede incluir también instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH). Mientras se espera la aprobación, el equipo sigue estableciendo relaciones con los socios locales. En Nepal, por ejemplo, trabajamos estrechamente con Relief Nepal. Estas colaboraciones nos permiten adoptar un enfoque culturalmente sensible a nuestro trabajo y garantizar la longevidad de nuestro impacto.
Fase IV: Preparativos del programa/emplazamiento y entrega al equipo del programa
En esta última fase, el PDT ultima los acuerdos con el gobierno, organiza reuniones comunitarias, asegura una base y contrata personal local. Para facilitar los debates con los grupos locales, el PDT emplea a un coordinador comunitario bilingüe del país anfitrión para crear un consejo consultivo comunitario inclusivo con miembros de establecimientos formales y grupos minoritarios. En el pasado, el consejo ha aportado valiosas ideas sobre la estacionalidad, los materiales locales y el abastecimiento y las consideraciones culturales. Cuando es necesario, el PDT también supervisa la demolición y las excavaciones para preparar el lugar de trabajo para la construcción antes que los voluntarios. El PDT se solapa con los equipos de programa para facilitar la transición durante las primeras semanas de un nuevo programa. En última instancia, el duro trabajo del PDT sienta las bases de unas infraestructuras resistentes y construidas para durar.
Actúa...
Si quiere saber más o tiene preguntas sobre el proceso de PDT, envíe un correo electrónico a Lucia Strakova, Directora de Recuperación de Proyectos, a [email protected].
Hágase voluntario de asistencia post-desastre. Con tu ayuda, podemos ofrecer una solución sostenible a las comunidades en recuperación.