Me llamo Patricia Stone. Soy de Sequim, Washington. Tengo sesenta y seis años.

Acabo de perder a mi hijo el 22 de junio. Diabetes tipo uno. Fue algo muy agresivo. Tenía treinta y siete años. Pero estoy agradecido por lo que tengo. Esta gente, la mayoría de ellos, tiene mucho menos que yo. Han pasado por mucho más de lo que yo he pasado en mi vida. Y quiero que su vida sea mejor.Quiero que cada minuto valga la pena para la gente que vive aquí y para All Hands and Hearts.

Cualquiera debería hacerlo. No importa la edad. Si tienes miedo, no lo tengas. Si no estás seguro, ven a intentarlo. Tienes a todo el mundo aquí que te ayudará. Si no sabes algo, te enseñarán. Si lo haces un poco, incluso una semana, vale la pena.

Mi hijo siempre quiso hacer esto. El voluntariado era una combinación de dedicación a mi hijo y de ayuda a los demás. Suena raro. Pero amo a todo el mundo de alguna manera, no sé, como a la familia. Los llamo a todos mis hijos. Aprendo mucho de los niños. Ellos aprenden mucho de mí. Y eso se transmite.

Eres mejor persona después de esto. Es algo grandioso. Es simplemente súper bueno".